Héctor Iván Saldívar Cerón
Luis Enrique Arias Romero
Olga Villamar Cruz
En la encrucijada entre la ciencia de la nutrición y la psicología se encuentra una relación profundamente intrincada y reveladora. Nuestro cerebro, un órgano complejo, es sustancialmente influenciado por los alimentos que consumimos y los nutrientes que absorbe nuestro cuerpo. Este vínculo, aunque aún se está explorando, tiene implicaciones profundas en cómo entendemos, manejamos y prevenimos los trastornos depresivos (Bourre, 2006).
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